miércoles, 5 de diciembre de 2012

Orondos redondos


Completar el círculo, darle la vuelta, redondear una idea... Lo circular implica la concreción de un ciclo, pero el tema estaba en nuestra mente desde antes de abrir La Percalina cuando empezamos a encontrar vestidos, pañuelos, zapatos, cositas que tenían algo en común: lunares!. 

Cada semana, o cada dos semanas, o cada tres, o sea "cuando podemos!", cambiamos la vidriera de la tienda. Para cada  cambio nos preparamos un montón de tiempo antes, y así tuvimos la vidriera de los vestiditos de lana, la de llos vestidos turquesa, la vidriera de las flores de Primavera, la vidriera de andar en bicicleta... Y ahora la vidriera de los lunares. 

El viernes, mientras la armábamos, pensábamos que ya es casi fin de año... ¿Será que estamos cerrando un círculo? El primer círculo? Será que hemos dado una primera vuelta y con lo aprendido estamos disponiéndonos a dar la próxima para asi seguir completando la idea?

Círculos, completos o esbozados, flores redondas o redondeles que parecen flores,  lunares,  esferas, hay un mundo infinito de variables, infinidad de maneras de acercarse a esta idea del ciclo. Lunares, vendrá de Luna?... Si, lo leímos en la wikipedia... Leemos también que en inglés se los llama polka dots, porque los círculos y la música van de la mano... No jugábamos a la ronda redonda con música imaginaria?...  ¿Será por esa asociación musical que al ponerle el top de organza a nuestra Leonora morocha la empezamos a llamar La Rumbera?... 

                                                                                                                                               Foto: Victor Wolf


Y por asociación libre íbamos y veníamos con perchas llevando y trayendo blusas y vestidos tratándo de convencernos: si esto también es un lunar!... Cómo que no?.... Si es una flor circular!... Porque al armar esta vidriera nos dimos cuenta de que no teníamos tantos lunares como pensábamos y, como otras veces, nos habíamos propuesto un trabajo difícil. Queríamos un mundo de redondeles como lo veíamos en nuestra imaginación pero la realidad era diferente... 

Porque esto también tiene que ver con la idea que todavía nos falta redondear, pero tenemos muchos sueños, y más ideas. Por eso, a diferencia de otras vidrieras que fueron pensadas y armadas sin mucho esfuerzo, decidimos que esta, la de los lunares, se va a seguir armando orgánicamente, madurando a medida que pasen los días, hasta que presentemos la próxima propuesta... Que también imaginamos desde antes de abrir La Percalina!